OSTEOPATÍA

OSTEOPATÍA

Estructurada a finales del siglo XIX por el médico y cirujano estadounidense ANdrew Taylor Still la osteopatía no es una ciencia nueva. 

Es una terapia física manual basada en las interrelaciones que existen entre el sistema músculoesquelético y los otros sistemas orgánicos, así como entre la libertad de movilidad de los tejidos y su correcta función.

Así podemos definir la osteopatía como el arte de diagnosticar y tratar las disfunciones de movilidad de los tejidos del cuerpo humano, que provocan trastornos y perturban el estado de salud del organismo. 

La Osteopatía trata principalmente las patologías musculoesqueléticas más frecuentes que se dan en las consultas de atención primaria y las urgencias hospitalarias: lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, esguinces cervicales y de tobillo, tendinitis y aquellas afectaciones osteomusculares habituales. También es muy eficaz en casos específicos de migrañas, vértigos, problemas circulatorios, digestivos, ginecológicos, traumatológicos, neurológicos,...

Tiene además buenos resultados en Pediatría, tanto en neonatos como en infantes siendo las patologías más frecuentes tratadas: plagiocefalia, tortícolis, estreñimiento, cólico del lactante, escoliosis, parálisis braquiales,......

Existen tres tipos de osteopatía:

ESTRUCTURAL: Se basa en el concepto de que el cuerpo es una unidad y todas las estructuras tienen que estar alineadas para mantener un buen equilibrio. Uno de los principios de la osteopatía es la interrelación entre la estructura y la función. Una disfunción de un tejido afectará a la biomecánica local y de todo el cuerpo. Como resultado, los músculoss y estructuras de al lado se tensarán, provocando contracturas y descompensaciones. Según vaya pasando el tiempo y la cronicidad, la tensión acabará la función en ese área,  y el cambio de funcionalidad podrá llevar a la enfermedad. La función principal del osteópata es localizar las estructuras del cuerpo que sufren restricciones, que no se mueven y/o están bloqueadas, lo que produce disfunciones y desequilibrios en diferentes tejidos, causando dolor. A través de diferentes técnicas manuales, el osteópatas trata de normalizar estas estructuras y devolverles el movimiento. Por ejemplo, cuando aparece un lumbago, no es suficiente calmar el dolor, hay que restaurar y mejorar la mecánica vertebral. Esta armonía vertebral permite un movimiento óptimo de la columna, evitando así cualquier recaída.

VISCERAL: La osteopatía visceral entiende que los órganos del cuerpo se relacionan entre sí y con las estructuras vecinas como si fueran articulaciones. Existen superficies de contacto y de deslizamiento entre ellas, llamadas serosas, que hacen una función similar a la del cartílago. Cuando un órgano pierde una parte o la totalidad de su movimiento se denomina fijación visceral. Puede suceder por adherencias, inflamaciones o dolores referidos a distancia.

CRANEAL: Está enfocada al tratamiento de los problemas relacionados con la estructura ósea del cráneo y la mandíbula. Sirve para completar el tratamiento de la región cervical alta así como para el tratamiento de migrañas, sinusitis, neuralgias, y como complemento para tratamiento de dolores referidos y su inervación. Se realiza con movimientos suaves y controlados.